¡Vamos a leer!

La lectura estimula la comunicación, favorece el aprendizaje, mejora la ortografía, la expresión, la memoria, la atención y deja volar la imaginación.

¨Mi hijo es muy pequeño para leer¨.

El primer contacto con los libros se debe dar de forma natural, desde que son bebés.

Tocar los libros, sentir diferentes texturas, oír una historia cortita, incluso llevárselo a la boca lo hará introducirse en el mundo de la lectura.

¨A mi hijo no le gusta leer¨.

El gusto por la lectura no se puede llevar a cabo por obligación. No podemos pretender que un niño que no ha estado en contacto con libros desde pequeño de pronto adquiera el gusto por ellos.

Para comenzar a fomentar el interés por los libros debemos ofrecérselos como un juego más.

Ir a una biblioteca o a un comercio donde ellos tengan la posibilidad de mirar y elegirlos de acuerdo a sus intereses los motivará.

¨Mi hijo no lee, mira los dibujos e inventa¨.

Cuando los niños aún no están afianzados con la lectoescritura y muestran interés por los libros utilizan su imaginación y crean historias de acuerdo con lo que ven, forma parte del proceso del inicio de la lectura.

¨A mi hijo no le gusta que le cuente cuentos¨.

A todos los niños les gusta pasar un rato al día con mamá o con papá. Si buscamos un momento para jugar juntos y los cuentos son los protagonistas querrán escucharnos y disfrutarán mucho del momento.

¿Qué debemos tener en cuenta cuando le vamos a leer un cuento?

  • Elegir un buen momento.
  • Que lo motive el tema del cuento.
  • Que sean cuentos cortos.
  • Que contenga un vocabulario sencillo y acorde a su edad.
  • Que le atraigan los dibujos.

 

Podrás darte cuenta si está motivado…

  • Si mantiene una atención constante.
  • Si está metido en la historia del cuento.
  • Si te hace preguntas de lo que les pasa a los personajes.
  • Si al final te pide que se lo vuelvas a contar.

 

¿Cómo debemos fomentar la lectura?

El interés por la lectura es un proceso gradual.

Si el primer contacto con los libros se lleva a cabo desde que son bebés, la lectura formará parte de sus juegos diarios. Estarán absolutamente motivados a elegir un libro para pasar un rato agradable, al igual que eligen otro juego en casa.

Si queremos introducir a nuestros hijos en el mundo de la lectura en edades más tardías, debemos hacerlo de la manera más natural posible.

  1. Cuéntale un cuento cada día.
  2. Busca un momento del día para hacerlo.
  3. Comienza por contarle un cuento corto, que contenga un vocabulario acorde a su edad.
  4. Elige un cuento con una situación similar a la que está viviendo tu hijo, le gustará identificarse con los protagonistas del cuento.
  5. Implementa la lectura como un juego.
  6. Comienza leyéndole tú, verás que llegará el día en que te lo querrá contar él.
  7. Recuerda que los niños nos imitan, si tú lees te querrá imitar.

 

Generar un espacio de juego con la lectura es realmente mágico. Ayuda a los niños a imaginarse historias, a expresar emociones y a convertirse en los protagonistas.

No sienten la lectura como una obligación, la lectura es un juego más.

Disfrutar de la lectura desde que son pequeños les aportará innumerables beneficios y cuando estén en la etapa escolar verán en la lectura una herramienta de lo más divertida.