¡Llegan las vacaciones!

Qué alegría… Pero, ¿cómo nos organizaremos con tantos cambios?

Debemos reorganizar nuestros tiempos y nuestras actividades para compaginar con los nuevos horarios.

Durante las vacaciones nos debemos adaptar a los cambios de la rutina habitual de toda la familia para que todo continúe con normalidad.

En este período podremos notar a los niños más cansados, más irritables e inquietos.

Pasarán unos días de transición hasta que logremos reorganizarnos, estaremos más tranquilos, lo que hará que también nuestros niños lo estén.

Es muy saludable disfrutar del tiempo libre y de las actividades que hacemos durante el verano, pero es necesario establecer una rutina que nos ayude a organizar los tiempos, especialmente cuando los adultos continuamos con nuestro trabajo y actividades cotidianas.

Debemos mantener ciertos horarios diarios e intentar que las variaciones no sean tan diferentes para no sentirnos muy desorientados.

Establece horarios, piensa a qué hora te parece mejor que tus niños coman, merienden y cenen.

Estipular horarios hará una rutina diaria más organizada y establecer diferentes actividades en base a estos horarios, hará que los niños y los adultos logremos encontrarnos a gusto.

Establece una hora en la que quieras que ya estén durmiendo después de toda la jornada y así todo funcionará mejor.

Es importante organizar el día y contarles a los niños qué es lo que haremos, teniendo en cuenta que comprenderán mucho mejor los tiempos si les mencionamos que determinadas actividades y paseos se llevarán a cabo antes o después de la comida,  antes o después del cole de verano, o antes o después de la merienda o cena.

Estarán muchas horas con los abuelos…

Si no irán a la escuela de verano y toca estar más tiempo con los abuelos, no os agobiéis, los niños saben diferenciar muy bien lo que pueden hacer en casa de los abuelos y lo que no se les permite hacer en casa. Debéis tomarlo como un aprendizaje más para ellos.

Es importante explicarles que pasarán el día con los abuelos y en qué momento llegará mamá o papá para recogerlos.

Deja que disfruten de ese tiempo, aunque hagan cosas muy diferentes de las que hacen en casa.

Intenta que la rutina del baño, la cena y el cuento de antes de ir a dormir se lleve a cabo en casa, los ayudará a organizarse y los relajará al volver a la rutina habitual.

Myriam, ¿debemos hacer deberes en las vacaciones?, ¡está agotado!

Esta pregunta me la hacéis muchos de vosotros y mi respuesta varía dependiendo de cada niño.

Pero por regla general, si te notas agotada o agotado por haber estado con tu hijo cada día intentando que haga sus deberes y sientes la necesidad de descansar un poco, tómate tu tiempo.

Los padres y los niños necesitamos cargar pilas en las vacaciones, descansar y disfrutar compartiendo actividades diferentes.

Aprovecha los primeros días de vacaciones para desconectar de tanta exigencia.

Comparte juegos, paseos, playa y después de desconectar, cuando te sientas con fuerzas, retoma poco a poco con las tareas escolares, hazlo desde la tranquilidad.

Establece una rutina de trabajo buscando el mejor momento en el que tú consideres que tu hijo está más receptivo.

Dale pautas para que haga los deberes solo, lo ayudarás a ser más autónomo.

Leer un cuento, hacer una ficha de trabajo, o seguir actividades de algún cuadernillo de tareas, 45 minutos cada día, lo hará mantener una rutina de trabajo. Le brindará seguridad por estar conectado con lo aprendido y lo mantendrá ocupado cada día con sus obligaciones.

Hacer este tipo de tareas, sin agobios pero con un horario establecido, se torna muy agradable y los niños están mucho más motivados.

En las vacaciones cambiamos las actividades, pero los horarios que nos organizan a los adultos y a los niños deben mantenerse. Serán diferentes a los del resto del año y deben establecerse.

Lograr una rutina nos ayuda siempre, nos da seguridad porque sabemos lo que va a pasar en momentos determinados, y si los horarios son más flexibles y las actividades más distendidas volveremos a nuestras obligaciones en septiembre cargados de energía y de nuevos aprendizajes.

¡Disfruta de las vacaciones!