¿Cómo se lo contamos?

¿Qué le digo? ¿Cómo se lo cuento? ¿Lo entenderá?

Muchos padres me han transmitido desconcierto por no saber cómo contarles a sus hijos diferentes acontecimientos que están ocurriendo.

Pueden ser situaciones familiares o conflictos que ocurren en el mundo y que nos resulta muy difícil de explicar.

¿Cómo debemos hablar con los niños y adolescentes de los temas difíciles?

  1. Debemos generar un marco de comunicación, conocer lo que saben y aclararles sus dudas.
  2. A partir de lo que saben contarles lo que sucede utilizando un lenguaje adaptado a la edad de los niños.
  3. Siempre decirles la verdad.
  4. Que expresen sus emociones y que puedan conocer las nuestras.

 

Recomiendo estar pendiente de las conversaciones que tenemos los adultos cuando los niños están presentes.

A veces creemos que están distraídos con sus juegos y que no escuchan lo que los adultos decimos, y no es así.

Por supuesto que los niños perciben, escuchan y observan muchas situaciones que deberíamos evitar cuando ellos están presentes.

No por ocultarles las cosas ni mucho menos mentirles, simplemente por buscar el momento y las palabras adecuadas para que comprendan algunas situaciones difíciles de comprender.

Los niños y adolescentes no viven al margen de la realidad, escuchan comentarios en casa, en la calle, en el colegio y se van enterando de lo que ocurre.

Saber con la información que cuentan nos hará encontrar el punto de partida para iniciar una conversación.

Los niños deben sentirse escuchados y tener un espacio para poder preguntar.

Si es necesario, por la diferencia de edad de nuestros hijos deberíamos buscar diferentes momentos para hablar con cada uno de ellos. Las respuestas que les daremos estarán adaptadas a la edad de cada uno.

Poder responder a sus preguntas y hacer hincapié en aquellas palabras que han oído y no saben el significado exacto es absolutamente necesario para que se sientan mejor.

Solo una palabra mal interpretada les puede ocasionar una gran incertidumbre.

Responder a sus preguntas con el lenguaje adecuado hará que entiendan lo que sucede.

Se sentirán más seguros por saber que los adultos estamos para explicarles y aclararles lo que está ocurriendo.

Es fundamental que conectemos con sus emociones, que comprendamos lo que sienten los niños y los adolescentes.

Si los escuchamos, si estamos cuando nos necesitan, si nos acercamos cuando percibimos que algo les sucede, los hará sentir protegidos.

¡Poder expresarnos y poder comunicarnos nos tranquiliza y hace que a pesar de la realidad nos sintamos mejor!