Sol, juegos…¡Y logopedia!

El crecimiento no se detiene …

Aunque cambian las rutinas, los horarios se relajan y los días se llenan de planes divertidos, hay algo que no cambia en verano: los niños siguen comunicándose, hablando y expresando sus emociones y necesidades.

Veo a diario el esfuerzo de los niños por hacerse entender, por aprender nuevas palabras y sonidos.

Cada sesión es un pequeño paso adelante en su desarrollo. Y aunque es natural querer ¨descansar¨ durante el verano, es importante entender que el lenguaje, como muchas otras habilidades, necesita continuidad.

Por eso continuar con las sesiones de logopedia durante las vacaciones no solo es recomendable, sino que puede ser clave para mantener y seguir avanzando en todo lo que han conseguido durante el curso.

La estimulación continua no solo es importante para mejorar aspectos como el habla, la voz y la respiración, sino también para que se desarrollen habilidades cognitivas asociadas al lenguaje y a la comunicación. Porque el cerebro de los niños sigue creciendo y aprendiendo, incluso fuera del aula.

¿Por qué continuar el tratamiento en verano?

El proceso de mejora en la pronunciación, el lenguaje y la comunicación requiere repetición, esfuerzo y práctica regular.

Cuando se interrumpe el trabajo durante varias semanas, el niño puede olvidar estrategias, perder confianza o retroceder en habilidades que le ha costado mucho adquirir.

Durante el verano el entorno cambia, viajamos, convivimos más con la familia y amigos, con lo cual tenemos únicas oportunidades para usar el lenguaje en diferentes contextos. Aprovechar este entorno es una gran ventaja.

Las vacaciones son ideales para descansar, disfrutar y romper un poco con la rutina. No se trata de mantener el mismo ritmo que durante el año escolar, sino de adaptar el tratamiento a nuevos horarios y actividades.

Una gran ventaja es que los niños suelen estar más receptivos en verano, sin la presión de los exámenes o las rutinas de clases.

El verano nos proporciona un ambiente menos estresante para seguir avanzando.

¿Qué papel cumple la familia?

Como siempre os digo, el acompañamiento de la familia es esencial.

La familia puede hacer que el entorno de los niños sea propicio para el desarrollo del lenguaje. Jugar, hablar y conectar cada día amplía el vocabulario y fortalece los modelos comunicativos.

Con juegos educativos o con libros podemos reforzar los aprendizajes y mantener un entorno que favorezca la comunicación.

Vamos a disfrutar del verano, de las nuevas actividades en familia y a la vez vamos a acompañar a nuestros hijos en su crecimiento.

Cuando nos involucramos activamente contribuimos a crear un ambiente que ayuda el desarrollo de habilidades comunicativas y refuerza nuestros vínculos.

Nuestro apoyo como padres, siempre ayudará a mantener los avances logrados y para que los niños sigan motivados en su proceso de mejora.

Recordemos que la constancia es clave y nuestra colaboración es el motor para impulsar los avances necesarios.

Así que ya sabes, nuestra implicación este verano puede ser determinante para seguir alcanzando metas y facilitando la comunicación de manera efectiva.