¡Volvemos a la rutina!

¿Por qué nos hace sentir mejor volver a la rutina?

Que los niños vuelvan al cole y los adultos volvamos a nuestras actividades diarias hace que todo funcione con más armonía. ¿Por qué?

Estamos más organizados al tener horarios para entrar al colegio o al trabajo, al planificar los hábitos diarios, al saber a qué hora cenaremos, nos ducharemos o nos iremos a dormir.

Especialmente a los niños les da una sensación de orden que necesitan para sentirse seguros por saber lo que va a ir sucediendo en su día a día.

Establecer horarios, hábitos repetitivos, los ayuda a mantener un equilibrio y sentirse organizados y cuidados en el ámbito familiar y escolar.

¿Qué rutinas debe tener un niño en edad escolar?

  1. Los niños deben dormir entre 9 y 11 horas como mínimo.
  2. Deben acostarse a dormir siempre a la misma hora, ten en cuenta la cantidad de horas que quieres que duerma tu hijo.
  3. Deben tomar el baño cada día en el mismo momento  y cepillarse los dientes antes de ir a dormir.
  4. Es importante que tu niño desayune, es clave para su alimentación. Si os retrasáis por el desayuno sería conveniente cambiar la hora en que lo despiertas.
  5. Preparar por la noche la mochila y la ropa que se pondrá al día siguiente, evitará las mañanas de prisas y enfado.

 

Los hábitos y las rutinas les aportan a los niños organización, bienestar y control de las situaciones cotidianas y a los adultos nos permiten establecer las pautas que queremos se lleven a cabo. Podemos realizar las modificaciones que consideremos de acuerdo a nuestra conveniencia.

Los fines de semana vamos modificando esas rutinas que son más estrictas durante la semana.

Durante las vacaciones cambiamos los hábitos diarios, y los horarios de nuestras actividades son totalmente diferentes, lo que nos hace desconectar de nuestras costumbres.

Después de las vacaciones, y al volver a la rutina, los niños encontrarán el ritmo de organización en un par de semanas. Somos los adultos los que los tenemos que ayudar:

  • Acostándolos un poco más temprano para que duerman lo suficiente.
  • Preparando el día anterior sus mochilas, su ropa y no dejar los preparativos para el último momento.
  • Ayudarlos a que hagan los deberes a la misma hora cada día, estableciendo los tiempos adecuados.
  • Retomar los horarios para la cena, el baño y el cepillado de los dientes.
  • Leerles un cuento antes de que se duerman.
  • Ir a dormir cada noche a la misma hora.
  • Levantarlos con tiempo para que desayunen tranquilamente y evitar las prisas de último momento.
  • Avisarles si habrá algún cambio durante el día.

 

Saber lo que van a hacer les proporciona a los niños seguridad.

Es importante ir modificando algunos aspectos de las rutinas, que también los ayudará a amoldarse a los cambios que creamos convenientes.

Los fines de semana son un buen momento para aprovechar y cambiar horarios, los que los adultos consideremos.

Les diremos que por ser fin de semana podremos acostarnos un poco más tarde o que cenaremos con amigos y los hará disfrutar del momento de una forma más especial.

Las buenas costumbres les enseñarán a ser niños más ordenados y disciplinados.

Llevarlas a cabo con constancia nos hará sentir un gran bienestar a toda la familia.

Eso si… ¡hasta las siguientes vacaciones!