23 Ene ¡Volvemos a la rutina!
¿Por qué nos hace sentir mejor volver a la rutina?
Que los niños vuelvan al cole y los adultos volvamos a nuestras actividades diarias hace que todo funcione con más armonía. ¿Por qué?
Estamos más organizados al tener horarios para entrar al colegio o al trabajo, al planificar los hábitos diarios, al saber a qué hora cenaremos, nos ducharemos o nos iremos a dormir.
Especialmente a los niños les da una sensación de orden que necesitan para sentirse seguros por saber lo que va a ir sucediendo en su día a día.
Establecer horarios, hábitos repetitivos, los ayuda a mantener un equilibrio y sentirse organizados y cuidados en el ámbito familiar y escolar.
¿Qué rutinas debe tener un niño en edad escolar?
- Los niños deben dormir entre 9 y 11 horas como mínimo.
- Deben acostarse a dormir siempre a la misma hora, ten en cuenta la cantidad de horas que quieres que duerma tu hijo.
- Deben tomar el baño cada día en el mismo momento y cepillarse los dientes antes de ir a dormir.
- Es importante que tu niño desayune, es clave para su alimentación. Si os retrasáis por el desayuno sería conveniente cambiar la hora en que lo despiertas.
- Preparar por la noche la mochila y la ropa que se pondrá al día siguiente, evitará las mañanas de prisas y enfado.
Los hábitos y las rutinas les aportan a los niños organización, bienestar y control de las situaciones cotidianas y a los adultos nos permiten establecer las pautas que queremos se lleven a cabo. Podemos realizar las modificaciones que consideremos de acuerdo a nuestra conveniencia.
Los fines de semana vamos modificando esas rutinas que son más estrictas durante la semana.
Durante las vacaciones cambiamos los hábitos diarios, y los horarios de nuestras actividades son totalmente diferentes, lo que nos hace desconectar de nuestras costumbres.
Después de las vacaciones, y al volver a la rutina, los niños encontrarán el ritmo de organización en un par de semanas. Somos los adultos los que los tenemos que ayudar:
- Acostándolos un poco más temprano para que duerman lo suficiente.
- Preparando el día anterior sus mochilas, su ropa y no dejar los preparativos para el último momento.
- Ayudarlos a que hagan los deberes a la misma hora cada día, estableciendo los tiempos adecuados.
- Retomar los horarios para la cena, el baño y el cepillado de los dientes.
- Leerles un cuento antes de que se duerman.
- Ir a dormir cada noche a la misma hora.
- Levantarlos con tiempo para que desayunen tranquilamente y evitar las prisas de último momento.
- Avisarles si habrá algún cambio durante el día.
Saber lo que van a hacer les proporciona a los niños seguridad.
Es importante ir modificando algunos aspectos de las rutinas, que también los ayudará a amoldarse a los cambios que creamos convenientes.
Los fines de semana son un buen momento para aprovechar y cambiar horarios, los que los adultos consideremos.
Les diremos que por ser fin de semana podremos acostarnos un poco más tarde o que cenaremos con amigos y los hará disfrutar del momento de una forma más especial.
Las buenas costumbres les enseñarán a ser niños más ordenados y disciplinados.
Llevarlas a cabo con constancia nos hará sentir un gran bienestar a toda la familia.
Eso si… ¡hasta las siguientes vacaciones!