Respirar, tragar y hablar bien…

¿Cuántos tratamientos tendrá que hacer mi hijo?

¡Me dijo el dentista que traga mal! ¡Ronca por las noches! ¡No pronuncia bien!

Vamos a recordar que para que se lleven a cabo las funciones vitales a nivel orofacial adecuadamente, es imprescindible que exista un equilibrio muscular para que nos permita realizarlas correctamente y sin esfuerzo.

El sistema orofacial es el conjunto de órganos encargados de la respiración, la deglución, la masticación, la fonación, el habla. Estas son algunas de las funciones que requieren de un sistema orofacial óptimo para la realización de movimientos musculares adecuados.

Movimientos con la fuerza justa y la coordinación de los labios, las mejillas, la lengua, los dientes y la mandíbula.

Si observamos que nuestro niño…

  • Está constantemente con la boca abierta, podemos darnos cuenta que no está respirando correctamente.

En lugar de tomar el aire por la nariz, está cogiendo el aire por la boca.

Seguramente dormirá con la boca abierta provocando un ronquido.

  • Si está constantemente apoyando su lengua en su labio inferior, entre sus dientes, además de estar tragando mal por interponer su lengua entre los dientes, seguramente hay letras que no pronuncia bien porque la lengua no está ocupando el sitio adecuado.

 

  • Si le cuesta masticar con la boca cerrada y al tragar tiene que ayudarse con la lengua para arrastrar la comida que le queda en la boca, no está tragando adecuadamente.

Debemos corregir y mejorar el desequilibrio o alteración que observamos, trabajando el conjunto de los órganos que posibilitan hablar, comer, masticar, tragar y respirar correctamente.

¿Cuáles son las causas del desequilibrio?

Muchas pueden ser las causas, desde las genéticas hasta los malos hábitos.

Por eso nunca me cansaré de recordaros que tengáis en cuenta el tiempo en que los niños usan el chupete y el biberón.

En ocasiones la mala posición de los dientes, el paladar más profundo o el crecimiento más acelerado del maxilar inferior influye en que las diferentes funciones no se lleven a cabo adecuadamente.

 

¿Qué hará el logopeda?

En primer lugar se realizará una evaluación de todas las funciones.

¿Cómo respira el niño?

¿Cómo están creciendo los dientes?

¿Cómo coloca la lengua cuando escribe o cuando está jugando?

¿Cómo pronuncia todos los fonemas?

¿Se mete los dedos u otros elementos a la boca?

¿Suele estar disfónico?

Cada una de estas y otras muchas más respuestas nos darán la pauta de qué función tendremos que modificar para que todo adquiera un equilibrio.

De acuerdo a la valoración que se realice, se deberá plantear el tratamiento que se implementará.

Realizaremos ejercicios para reforzar la musculatura adecuada y conseguir que la función que se encuentra alterada se modifique.

En muchas ocasiones deben intervenir otros profesionales, como los odontopediatras, haciendo una labor en paralelo.

Así las funciones que estaban alteradas se corregirán, con una rehabilitación que dependerá de la constancia, la disciplina y la colaboración del niño y por supuesto de su familia.

Y recordad: ¡cuanto antes mejor!