¿Qué hago mamá?

Aburrimiento, pereza, demasiado tiempo libre sin saber qué hacer.

La época de vacaciones, tan esperada por todos, puede volverse aburrida para muchos niños y adolescentes.

Los primeros días son fantásticos, no tener la obligación de madrugar, ni de hacer deberes o de estudiar los mantiene motivados.

¿Pero cuánto tiempo les dura a los niños y adolescentes el entusiasmo de tener tiempo libre?

Llega un momento que parece que nada los entretiene, no saben qué hacer y están desmotivados.

Sienten aburrimiento y lo transmiten así. Ninguna propuesta los anima.

¿Qué podemos hacer?

  1. En primer lugar, los padres tenemos que ver el aburrimiento como una oportunidad para ayudarlos a que estimulen su creatividad y ayudarlos a que sepan qué quieren hacer en su tiempo libre.
  2. Aportarles ideas y materiales para que creen e inventen juegos, ofrecerles ideas para  hacer lo que no pueden con otras obligaciones (pulseras, cocinar galletas o helado, ordenar diferentes rincones de su habitación, organizar los libros que van a utilizar el próximo curso y pensar qué pueden hacer con los libros que ya no necesitan).
  3. Ayudarlos con una lista escrita de ideas para que recurran a ella en el momento que no sepan qué hacer.

¿Qué te apetecería hacer cuando estés aburrido?

Jugar a las cartas.

Leer un libro.

Ir a dar un paseo en bicicleta.

Ir al parque y sacar fotos.

Colaborar en la compra del supermercado.

Ayudar a cocinar.

Dibujar o pintar un cuadro.

Hacer relajación en familia.

Hacer deporte.

Dar un paseo por la playa y juntar piedras.

Estar en contacto con la naturaleza.

 

La realidad es que Ir al colegio marca una rutina, los organiza y los ayuda a tener diferentes actividades durante el día, casi no les da tiempo a aburrirse.

En general son actividades que están organizadas por los padres o por el colegio.

Lo más difícil es que cada uno organice su propio tiempo, por eso es importante enseñarles.

Aprender a disfrutar de los momentos de descanso es muy importante también, no es necesario ocupar todo el tiempo con actividades para que los niños lo pasen bien.

Un equilibrio entre las salidas en familia, las actividades con amigos y el tiempo de actividades en solitario será la mezcla perfecta para que nuestros hijos aprendan a idear lo que les apetece hacer en cada momento.

Comprender que nuestros hijos se pueden sentir aburridos por el cambio en la organización de sus actividades, por el cambio en la gestión que hacemos los adultos en épocas de colegio y en las vacaciones nos ayudará a los adultos a aportarles ideas y a enseñarles a encontrar una actividad que los motive sin enfadarnos.

La clave es encontrar un equilibrio en las actividades que realizamos, gestionar con ellos el tiempo de juego, tiempo en familia, tiempo con amigos y tiempo de descanso para hacer lo que a cada uno le apetezca.

Aprender a gestionar el tiempo libre los hará sentirse autónomos por decidir ellos mismos lo que quieren hacer.

Los hará conocerse más al descubrir lo que les gusta y los divierte.

Los hará planificar y pensar en futuras actividades.

Los hará despertar su creatividad.

Los ayudará a descubrir nuevas aficiones.

Las vacaciones nos sirven para desconectar de la rutina de cada día y para tener la posibilidad de hacer otras actividades relativas al verano, disfrutando al aire libre, en familia y con amigos.

Es muy importante seguir estableciendo normas y rutinas aunque estemos de vacaciones.

Estar aburridos no debería ser sinónimo de pasar más tiempo con las pantallas…

En ningún caso es una buena excusa. Os sugiero seguir delimitando el uso de los dispositivos.

Solo dejándolos de lado podremos ayudar a nuestros hijos a descubrir lo que les apetece hacer. Si cada vez que estén aburridos cogen el móvil, no estarán desarrollando su imaginación para hacer actividades nuevas y motivadoras.

No puedo dejar de decir que nos observemos a nosotros, los padres. Intentemos dejar los móviles cuando estemos en familia, disfrutemos del tiempo de verano sin estar pendiente de los mensajes. Podemos acordar un momento del día en el que todos respondamos a los mensajes que hemos recibido.

¡Con el ejemplo les estaremos enseñando a nuestros hijos a disfrutar y a gestionar bien el tiempo libre!