¡Hablemos de adolescentes!

Conocer las características esenciales de la adolescencia, la naturaleza de los cambios que se establecen en nuestros hijos adolescentes nos ayudará a transcurrir esta etapa de una forma positiva y productiva.

Centrarnos en los aspectos positivos de esta etapa nos hará vivir lo que va sucediendo con naturalidad y flexibilidad.

En esta etapa emocionante de la vida ocurren muchas cosas nuevas, impactantes, extrañas.

Es un período en el que los adolescentes ponen a prueba los límites, sienten pasión por explorar, pasan de la dependencia de los padres a preferir estar con sus amigos.

Todos sabemos el cambio hormonal que se produce en esta fase, pero no solo son las hormonas las que determinan lo que pasa en la adolescencia.

El cambio cerebral que se produce en esta etapa es esencial para llegar a la madurez.

Cambios que afectan al modo de pensar, razonar, centrar la atención, tomar decisiones y a la manera de relacionarse.

Estos cambios no implican pasar de la dependencia de los adultos a la independencia. Considero que este es uno de los mayores errores, creer que es el momento de dejarlos solos porque ya saben tomar sus propias decisiones.

Es la etapa en la que tenemos que estar a su lado, pero de una forma diferente.

La adolescencia es una etapa de transformación en la que no podemos dejarlos solos.

La transformación cerebral que se produce es absolutamente necesaria, es una época de cambio, de renovación y de crecimiento.

Dejan atrás la infancia, la etapa en la que dependían de nosotros para todo, la etapa en la que se fue construyendo la adolescencia a través de las experiencias vividas y las conductas generadas.

Poco a poco irán adquiriendo nuevos comportamientos, propios de los adultos.

El cerebro madura, hace conexiones nuevas y elimina algunas para abandonar la etapa infantil.

Debemos seguir acompañándolos y apoyándolos en este proceso.

Los padres debemos mantener el lazo con nuestros hijos adolescentes comprendiendo sus necesidades.

Estar presentes y ser receptivos con lo que les está pasando.

¿Cuáles son las ventajas de esta etapa?

  • Es un tiempo de intensidad emocional.
  • Es un tiempo de implicación social.
  • Es un tiempo de creatividad.

Un gran impacto nos generan estos cambios en nuestras vidas.

Si aprendemos a gestionarlos, podremos sacarle los beneficios de vivir con intensidad, de implicarnos al máximo  con nuestros amigos, de ser creativos en nuestra vida, no suena nada mal.

Para aprovechar estas ventajas debemos ayudarlos a mantener un sano equilibrio y así evitar las desventajas que pueden ocasionarles estos cambios tan intensos y bruscos.

De aquí la importancia de acompañar siempre a nuestros hijos y encaminarlos para evitar los riesgos que podrían ocasionar estas emociones tan intensas.

Debemos ayudarlos a:

  • Tener en cuenta los riesgos de ciertos comportamientos peligrosos.
  • Ayudarlos a reflexionar en determinadas consecuencias que pueden acarrear algunos actos.
  • Infundir una buena autoestima que los ayudará entre otras cosas a la búsqueda de buenas amistades.
  • Frenar la impulsividad que les provoca la intensidad emocional.
  • Ayudarlos en la exploración creativa hacia un objetivo y propósitos.

 

Como madre de dos adolescentes y como apasionada de la neurociencia puedo corroborar que teniendo en cuenta los cambios naturales que se producen en el cerebro de los adolescentes, y comprendiendo cuáles son sus prioridades en esta etapa de sus vidas, siendo empáticos y recordando cómo hemos sido nosotros, los adultos en nuestra adolescencia, podremos disfrutar de esta etapa y no sobrevivirla con disgustos y quejas.

Nuestro papel es ayudarlos a encontrar el equilibrio, caminando a su lado brindándoles todo el apoyo que sea necesario.

Ten en cuenta que la educación que les demos a nuestros hijos desde que son pequeños, el ambiente social y familiar que creamos desde la infancia los condicionará a cómo se verán ellos mismos y cómo se relacionarán con su entorno en la adolescencia.

Y recuerda que lo que más necesitan es nuestro apoyo y acompañamiento.

Conocer lo que les ocurre nos hará ser menos reactivos y mejorar nuestras relaciones con nuestros hijos.

Nos hará disfrutar de la experiencia y en muchas ocasiones verás que tendrás la oportunidad de aprender de ellos.

Y en el proceso irás sintiendo una gran satisfacción y un inmenso orgullo por verlos crecer con los valores que les has transmitido. Todo el esfuerzo tendrá una gran recompensa, ya lo verás.