¿Está motivado?

¡No quiero hacer los deberes!  ¡No quiero estudiar todo el día!

La motivación es lo que nos impulsa a actuar para conseguir un objetivo, es lo que nos mueve a todos, a los adultos, a los niños y a los adolescentes.

Todo lo que nos motiva nos hace sentir bien y nos impulsa a dar lo mejor de nosotros y a tener compromiso por lo que hacemos mostrando entusiasmo.

Pero, muchas veces observamos a nuestros hijos desganados, sin energía y sin darnos cuenta seguimos exigiéndoles, sin parar a preguntarnos qué les puede estar pasando.

En ocasiones no sabemos qué hacer para que sigan hacia adelante con entusiasmo y responsabilidad.

¿Está motivado realmente?

Esta pregunta nos podrá ayudar a encontrar una buena manera para ayudarlos a conseguir sus logros.

Es muy importante que para que los niños y los adolescentes obtengan mejores resultados los retos sean alcanzables para ellos y que los padres sepamos valorar sus esfuerzos, sus triunfos y sus logros.

¿Cómo podemos ayudarlos?

  • Debemos fijar objetivos que estén a su alcance, que estimulen su motivación. Así paso a paso podrán lograrlo. En lugar de pensar en lo difícil que es aprobar una determinada asignatura debemos enfocarnos en cada unidad.
  • Reconocer el esfuerzo y celebrar sus logros. ¨ ¡Qué orgullosos estamos de ti! ¨ ¨ ¡Eres capaz de conseguirlo! ¨.
  • Si está decepcionado por no haber conseguido lo que quería, debemos animarlo a continuar esforzándose. Poco a poco con nuestro acompañamiento lo conseguirá.
  • Valora el esfuerzo que está demostrando y bríndale confianza sin la necesidad de que traiga una buena nota. ¨Estoy orgullosa de cómo estás haciendo cada día tus tareas, ¿vamos el sábado a ver una peli? ¨
  • Involucrarnos en las reuniones con los profesores y en diferentes actividades motiva a nuestros hijos a involucrarse en cada actividad.
  • Establecer horarios fijos de estudio los organiza y los ordena. Tendrá tiempo libre para actividades que le apetezca.
  • Si los padres les transmitimos entusiasmo y los ayudamos a organizarse y a cumplir con sus tareas los niños y los adolescentes estarán mucho más motivados.

Es muy importante descubrir con nuestros hijos lo que les gusta hacer y que se sientan comprendidos cuando algo no les gusta.

Que podamos saber qué actividades no son de su agrado y acompañarlos para hacerlas más llevaderas, los hará sentir mejor.

Una vez veamos el esfuerzo que han hecho tenemos que valorarlos y brindarles otra situación recompensante para que los entusiasme.

Si se sienten comprendidos, si después de cada esfuerzo se sienten recompensados por su entorno, pondrán mayor interés y empeño y mejorará la capacidad de fijar sus objetivos y sus motivaciones.

Es importante tener en cuenta que cuando las exigencias son muy elevadas y no pueden gestionarlas, cuando la presión los desborda el apoyo de los que los rodeamos es lo que más necesitan.

La confianza que les demostremos y nuestro acompañamiento para que encuentren todo aquello que los haga sentir conectados positivamente con sus actividades los hará progresar con una buena actitud.