¡Habla con confianza!

¿Cómo debo controlar mis nervios antes de hablar en público? ¿Cómo puedo ganar confianza para hablar frente a mis compañeros? ¿Qué puedo hacer para relajarme antes de exponer?

Estas preguntas reflejan las inquietudes y aspiraciones de muchos adolescentes que desean mejorar sus habilidades de comunicación y ganar más confianza al hablar en público.

Fomentar habilidades sociales y de conversación, ayudarlos a iniciar un diálogo, a preguntar y a escuchar activamente es lo que trabajo con muchos niños y adolescentes que se bloquean frente a la idea de hablar en público, expresar sus ideas o enfrentarse a conversaciones con sus compañeros o con adultos.

Hablar con confianza es una habilidad que se desarrolla con la práctica, la paciencia y la preparación.

¿Cuáles son las habilidades básicas de comunicación?

  • Expresarnos de forma directa, sencilla y comprensible.
  • El contacto visual es fundamental para transmitir confianza.
  • Mostrar interés con quienes hablamos.
  • El tono de voz que utilizamos y el lenguaje corporal facilitan la conexión con el resto de compañeros.
  • Adaptar el estilo de comunicación según el contexto o la situación.

 

¿Qué podemos hacer para manejar la ansiedad que genera?

  • Preparación previa. Aprendemos a organizar ideas antes de hablar para sentir más seguridad.
  • Práctica de la presentación.
  • Respiración. Reducimos el nerviosismo con ejercicios de respiración.
  • Aceptar que equivocarnos es parte del aprendizaje.

 

Cuando hablamos con nuestros hijos sobre la importancia de escuchar sin juzgar y respetar los diferentes puntos de vista, los estamos ayudando a reforzar el respeto y la empatía.

Cuando nos comunicamos con ellos de forma clara y respetuosa, ellos aprenderán a hacer lo mismo.

Animarlos a participar en debates, obras de teatro o actividades en equipo les brindará la práctica que necesitan para habituarse a estas exposiciones grupales.

Cuando a través de diferentes actividades practicamos la comunicación efectiva, los niños y adolescentes van reduciendo el miedo a ser juzgados.

¿Cómo podemos ayudarlos?

Los padres somos el primer ejemplo de comunicación para nuestros hijos.

Si fomentamos el diálogo abierto en casa los ayudaremos a practicar y a sentirse más cómodos al hablar en otros entornos.

Recuerda que un adolescente que siente que sus padres lo escuchan aprenden que su voz es valiosa, lo cual refuerza su seguridad.

Ayudarlos a mejorar su comunicación no solo los beneficiará ahora, sino que también les dará herramientas esenciales para el resto de su vida.

  • Mantén siempre un espacio de diálogo abierto y sin juicio.
  • Escucha con atención.
  • valida sus emociones.
  • Muestra interés en lo  que te comparte.

 

Tu ejemplo de comunicación respetuosa y empática será la mayor enseñanza para ellos.

Recuerda que con las herramientas adecuadas y la práctica constante, todos podemos convertirnos en oradores seguros y efectivos.