
31 Jul ¡Elegir no siempre es fácil!
¿Por qué no eliges? ¿Cuál prefieres? ¿Te ayudo a decidir?
Frases como estas forman parte del día a día en casa o en el aula. Sin embargo, detrás de una decisión aparentemente sencilla, como elegir qué comer, a qué jugar o qué ropa ponerse, puede esconderse una gran dificultad, especialmente en niños que presentan dificultades comunicativas.
Desde el ámbito de la logopedia, sabemos que la capacidad de tomar decisiones está íntimamente relacionada con el desarrollo del lenguaje expresivo y comprensivo.
Para poder elegir, los niños necesitan comprender las opciones que se les presentan, anticipar las consecuencias y contar con las habilidades lingüísticas suficientes para expresar su elección o incluso para pedir ayuda si se sienten inseguros.
Cuando estas habilidades no están bien desarrolladas, la toma de decisiones puede generar bloqueos, frustración o evitación, y en algunos casos incluso deriva en conductas impulsivas.
Tomar decisiones es un gran reto porque además, los niños están aprendiendo a gestionar lo que sienten.
Durante las sesiones, trabajo estos aspectos con recursos que facilitan la comprensión y ayudan a crear espacios comunicativos seguros, donde los niños puedan practicar la toma de decisiones desde un lugar de confianza y sin miedo al error.
¿Por qué se bloquean los niños al elegir?
- Pueden sentir miedo a equivocarse.
- Se sienten abrumados por demasiadas opciones.
- Les falta tener más experiencia tomando decisiones.
- Pueden tener una personalidad insegura o ser perfeccionistas.
- El cansancio que tengan en el momento de elegir también influye.
Saber que no es un ¨capricho¨ sino una dificultad real, ya es un primer paso para acompañarlos mejor.
¿Es normal que esto ocurra entre los 3 y los 7 años?
Sí, durante esta etapa del desarrollo la toma de decisiones puede resultar más difícil.
El cerebro aún está en proceso de maduración, aprendiendo a manejar la frustración, la duda y la incertidumbre.
¿Cómo lo puedes ayudar?
- Reduce las opciones. Ofrecer muchas opciones a la vez puede ser abrumador.
En lugar de: ¨ ¿Qué quieres para merendar? ¨ Prueba con: ¨ ¿Prefieres manzana o yogur? ¨ Dos opciones concretas son más fáciles de manejar.
- Dale tiempo. Algunos niños necesitan procesar más despacio.
Evita presionar con frases como ¨ ¡Decide ya!¨, que solo aumenta su ansiedad.
- Valida su dificultad. Si le dices frases como: ¨A veces cuesta elegir, tómate tu tiempo¨. Lo ayudarán a sentir que no pasa nada si se siente bloqueado.
- Enséñale a probar y aprender. En muchas ocasiones no eligen por miedo a equivocarse. Elegir también es una forma de aprender. ¨Hoy probamos una opción y mañana podemos probar la otra.¨
- Juega a elegir. Aprovecha momentos de tranquilidad para jugar y practicar: ¨¿Qué prefieres?¨ (entre dos colores, juegos, animales). Dale a elegir entre dos opciones de ropa. Practicar cuando no hay presión le dará confianza.
Elegir es una habilidad que se aprende.
Recuerda que cada elección, por pequeña que parezca, puede ser un gran paso para nuestros hijos.
Nuestra paciencia y apoyo como padres, son la mejor guía para que vayan ganando seguridad y puedan transformar ese miedo o bloqueo en una oportunidad para conocerse mejor, ganar autonomía y sentirse más seguros para elegir con certeza.