
29 Oct ¿Cuándo aprenden a leer los niños?
¿Es normal que mi hijo no tenga interés por la lectura? ¿Debo preocuparme? ¿Tendrá alguna dificultad en el aprendizaje?
El inicio de la lectura en las escuelas a menudo nos preocupa, especialmente si nuestros hijos muestran desinterés.
¿Está listo para empezar a leer?
Es importante que entendamos que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y sus propios intereses, por lo que es habitual que algunos tarden más tiempo en mostrar curiosidad por la lectura.
No todos los niños aprenderán a leer al mismo tiempo, dependerá de diferentes factores:
- El ambiente familiar. Los niños que crecen donde los libros, las conversaciones y la lectura en voz alta forman parte de su rutina diaria, desarrollarán las habilidades de lectura más rápidamente.
- El estilo de enseñanza. La metodología que utilizan en su colegio juega un papel importante para ellos.
- El desarrollo cognitivo. Cada niño tiene su propio tiempo de maduración cognitiva que influye en su capacidad de aprender a leer.
- La estimulación adecuada. La estimulación cognitiva que reciben los niños desde que son pequeños influye en gran medida en su motivación.
El camino de la lectura comienza mucho antes de que un niño pueda sostener un libro.
Desde muy pequeños los niños reconocen los sonidos y ritmos del lenguaje, lo que es determinante para desarrollar las habilidades necesarias para la lectura.
A los 3 o 4 años muchos niños comienzan a mostrar signos de prelectura. Pueden reconocer letras, especialmente las de su propio nombre y empiezan a comprender que las palabras escritas representan ideas o sonidos.
Algunos son capaces de memorizar cuentos que les hemos leído varias veces, basándose también en la memoria visual de las palabras e imágenes.
En líneas generales la mayoría de los niños comienzan a leer entre los 5 y 6 años, en la etapa de tercero de infantil o primero de primaria.
Comienzan a leer palabras básicas y frases cortas.
Es en este momento, en que comienza el verdadero proceso de lectura. Los niños pueden reconocer palabras sin ayuda, aunque necesitan de una práctica constante para mejorar la fluidez.
A los 7 u 8 años, los niños alcanzan un nivel de lectura más fluido. Pueden leer oraciones y párrafos más largos sin detenerse en cada palabra, lo que les permite centrarse más en la comprensión de lo que están leyendo.
En esta etapa, la lectura deja de ser un proceso mecánico y se convierte en una experiencia más significativa.
Así los niños irán avanzando en este proceso e irán reconociendo el significado de palabras a través del contexto y podrán inferir ideas más abstractas o detalles más profundos.
Considero que la lectura tiene que ser, para los niños y para los padres, una experiencia positiva y no una fuente de estrés y frustración.
Cada niño tiene su propio ritmo y es fundamental apoyarlos con paciencia y estímulos adecuados.
Debemos tener en cuenta que el inicio de la lectura puede variar de un niño a otro.
Uno de los errores más comunes es forzarlos a leer antes de que estén preparados.
Es fundamental que nosotros, los padres y también los profesores, les brindemos el apoyo y la estimulación necesaria para que nuestros hijos disfruten de la lectura y la vayan adquiriendo conforme a su propio desarrollo cognitivo.
Los cuentos, las conversaciones y la interacción con el lenguaje estimulan a los niños, facilitando sus procesos cognitivos de forma natural y placentera.