Palabras que animan…

¨A saber cuándo volveremos a la normalidad¨. ¨A ver ahora, cómo te van a calificar los profesores¨. ¨Olvídate de tu entrega de orlas¨. ¨Hazte a la idea de estudiar en verano¨.

¿Qué sientes cuando escuchas estos mensajes?

Seguramente son ideas que a muchos se nos cruzan por la cabeza en las circunstancias en las que estamos viviendo actualmente, pero si las decimos tal cual las pensamos y no modificamos la forma, lo más probable es que transmitamos angustia, incertidumbre, impotencia.

Las emociones negativas que nos generan algunos mensajes nos paralizan y nos producen malestar.

Es muy importante detectar qué transmiten nuestras palabras y poder frenar nuestra propia negatividad, para contagiar a quienes nos rodean, de una perspectiva optimista.

Para transmitir a través de nuestros mensajes emociones positivas como la admiración, el esfuerzo, el éxito, el compromiso, la curiosidad, la satisfacción y la felicidad, especialmente en circunstancias que jamás nos hemos planteado hasta hoy, debemos ser conscientes de que todo lo que les decimos a nuestros hijos o alumnos, cuando son pequeños o adolescentes, lo interpretarán y les generará diferentes emociones, que serán el motor para sus actitudes.

Es muy importante que los niños tengan una actitud positiva en su forma de enfrentarse cada día a los retos que se les presentan.

Para que aprendan a tener esta actitud podemos ayudarlos comunicándonos con ellos con frases y palabras que le transmitan buenas sensaciones.

Como siempre os digo, somos el ejemplo para nuestros hijos, no solo con los actos, también con las palabras. Ellos nos observan y nos imitan.

Debemos transmitirles mensajes de serenidad, confianza y esperanza para que sigan avanzando.

Para el éxito de cualquier objetivo será esencial que los niños escuchen mensajes que los animen y los motiven a superarse.

¡Todo irá bien!

¡Ya encontraremos la mejor manera!

¡Disfrutemos de estar juntos en casa!

¡Nada es imposible!

¡Intentémoslo!

¡Saldrá mejor de lo que pensábamos!

¡Es una oportunidad mejor!

¡Lo has logrado!

¡Cuánto has aprendido!

¡Sigue con esta actitud!

Un buen mensaje consigue despertarnos como por arte de magia, y nos ayuda a ver las cosas de una manera diferente.

Ayudemos a nuestros niños, a nuestros adolescentes, a nuestros alumnos a que se sientan motivados en esta nueva situación que a todos nos toca vivir.

Un mensaje de aliento no implica un mensaje irreal.

Un mensaje de aliento no pone más incertidumbre en el camino.

Un mensaje de aliento reconoce la difícil situación que se está atravesando, y anima con palabras alentadoras a seguir hacia adelante, con una actitud positiva, que hará que se llegue a la meta disfrutando hasta conseguir lo deseado.