En casa es otro mundo…

¿Por qué en el cole no le entienden? ¡En casa habla mucho, en el cole no!

Utilizar el lenguaje en un entorno familiar, es mucho más fácil para algunos niños a los que aún les cuesta pronunciar bien.

Comunicarse con mamá, papá o los abuelos, no les genera dificultades.

Es bastante habitual, en algunas familias, que para adaptar el lenguaje del niño, se haya establecido un código en el que hay entendimiento.

El niño utiliza palabras inventadas, señala lo que quiere que le den o no estructura correctamente las frases. Aun así, el lenguaje que se utiliza no se percibe en casa como ininteligible.

Pero… ¿qué ocurre cuando nos dicen en el cole que no le entienden, y que tampoco sus amigos se pueden relacionar con él?

Este es el momento en que los padres nos damos cuenta que hay algo que no está funcionando bien.

En primer lugar debemos comprender que la forma de comunicarnos en el entorno familiar es la base en la que se apoyarán los niños en otros ámbitos.

De la misma manera que hablan en casa lo harán en el colegio y con sus amigos.

Lo peligroso de haber creado códigos que solo en casa se implementan con éxito, es que fuera de este ámbito los niños se sentirán perdidos y no entenderán qué es lo que les está sucediendo para que el resto no lo comprendan.

El no querer ir al colegio ni hablar con sus compañeros, ni expresarse, mostrando una conducta introvertida, es lo que genera una gran alarma a los padres.

El desconcierto es que en casa si se expresan, lo hace con seguridad y sin temores.

Indudablemente se ha creado un código diferente de comunicación que no le sirve al niño para implementar fuera de casa.

¿Qué debemos hacer?

Una vez que nos hemos dado cuenta qué es lo que está ocurriendo, debemos cambiar algunos aspectos de la comunicación en la familia:

  • No debemos utilizar ni imitar las palabras erróneas que utilizan los niños.

El niño tiene que aprender las palabras correctas. Si utilizamos su vocabulario o la forma incorrecta en que utiliza el leguaje, el niño creerá que es la manera correcta.

  • No debemos corregirle de forma directa.

Si le hacemos repetir la palabra de forma correcta, es muy probable que no pueda decirla, por eso la ha cambiado.

Sí podremos repetir la frase, para que el niño la escuche de una manera correcta y la incorpore.

  • Si observamos que es imposible para el niño pronunciar correctamente esas palabras o estructurar de forma correcta las frases que utiliza, debemos consultar con un logopeda.

Seguramente no pueda hacerlo sin ayuda.

Es muy frecuente que no logre pronunciar todas las letras correctamente. Es necesario verificar si la musculatura tiene la fuerza óptima y si el punto articulatorio de cada sonido es el correcto.

  • No debemos forzarlo a que repita las palabras correctamente.

Como mencioné anteriormente, es muy probable que no pueda decirlas bien. ¨No me sale¨, es lo que suelen expresar los niños y es verdad.

Les provoca frustración y en muchas ocasiones dejan de expresarse para no seguir cometiendo errores.

Debemos tener en cuenta que:

  • En casa se va creando un código de  comunicación que no puede ser exclusivo de la familia.
  • Las conductas que los niños implementan en casa son las que utilizarán fuera, y la forma de comunicarse es una forma de conducta.
  • Los adultos no debemos adaptarnos a la forma de hablar de los niños.
  • La conducta de un niño tan diferente fuera de casa debe ser una llamada de atención.
  • No te enfades con el niño si no logra pronunciar correctamente, requiere de un tiempo para readaptar el código de comunicación que ya estaba establecido en casa.

 

A veces creemos que hacer las cosas como quieren los niños es lo mejor, pero definitivamente no es así. También con el lenguaje podemos observarlo.

Frente a cualquier conducta incorrecta, debemos poner el límite y encaminarlos a que puedan adaptarse al mundo de la mejor manera.

¡Enséñales a tus hijos a adaptarse  utilizando las mejores herramientas!